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Embarazo y parto. Recomendaciones para madres y padres
Capítulo VII
2. PARTO
2.1. Los días previos al parto
2.2. Inicio del parto
2.2.1. ¿Estoy de parto?
2.2.2. Cuándo acudir al Hospital
Situaciones normales
Situaciones de alerta
2.2.3. En el Hospital
2.3. Fases del parto
2.3.1. Período de dilatación
Borramiento del cuello
Dilatación
2.3.2. Período expulsivo
2.3.3. Período de alumbramiento
2.4. Partos especiales
2.4.1. Parto provocado o inducido
2.4.2. Parto instrumental
2.4.3.Cesárea
2.5. Analgesia y anestesia durante el parto
2.5.1.Analgesia
2.5.2.Anestesia
Técnicas de anestesia local y regional
Anestesia general
2.6. El papel del acompañante
2.7. Primer contacto con el bebé
2.7.1. La primera exploración
2.7.2. La identificación del recién nacido
2.7.3. El aspecto del recién nacido
2.7.4. Inicio de la lactancia
2.8. La lactancia
2.8.1. Lactancia natural
La postura para dar el pecho
Cómo ayudar al bebé a cogerse al pecho
Extracción y conservación de la leche materna
2.8.2. Lactancia artificial
La postura para dar el biberón
La preparación del biberón
2.3. Fases del parto
El parto se produce alrededor de cuarenta
semanas después de la última regla. La
mayoría de las mujeres inician su parto en
los días previos o inmediatamente posteriores
a esta fecha. Sin embargo, en un pequeño
grupo de mujeres, el parto puede adelantarse
incluso tres semanas o retrasarse
casi dos, considerándose normales estas
dos situaciones.
Aunque cada parto es diferente,
tanto en su desarrollo
como en la forma en que se
vive, todos constan de tres
etapas: dilatación, expulsión y
alumbramiento.
2.3.1. PERÍODO DE DILATACIÓN
La dilatación consiste
en el borramiento o
desaparición del cuello
uterino y en su
ensanchamiento
progresivo hasta alcanzar
un diámetro de
aproximadamente diez
centímetros, lo que
permite el paso del bebé.
La dilatación se consigue mediante las
contracciones del útero. La frecuencia,
intensidad y duración de estas contracciones
son variables.
Ésta es la fase más larga del parto y la
que puede resultar más pesada a la mujer.
En las primerizas, puede durar desde 4 a 5
horas, hasta más de 12, y en las mujeres
que ya han tenido un parto o más, desde 2
a 3 horas, hasta más de 8.
El período de dilatación posee a su vez dos
partes o fases:
Borramiento del cuello
Las primeras contracciones son cortas, poco intensas y bastante espaciadas. Tienen como finalidad ablandar y acortar el cuello hasta hacerlo desaparecer o “borrarlo”. Este proceso puede durar bastantes horas sobre todo en primerizas.
Durante esta fase del parto debes tratar de distraerte, pasear e intentar relajarte y reservar tus energías para más adelante cuando las contracciones sean más intensas.
Dilatación
Una vez borrado el cuello comienza la dilatación. Gradualmente las contracciones aumentan en intensidad, frecuencia y duración. Se hacen rítmicas, apareciendo cada dos o tres minutos. Cada vez son más dolorosas, aunque cada mujer va a sentir de forma diferente el dolor. En general es fundamental que estés tranquila, relajada y
colaboradora.
Posiblemente éste sea el momento de comenzar a practicar la respiración, y la relajación que aprendiste durante los
cursos de Educación Maternal. Debes también intentar adoptar posturas cómodas.
Durante esta fase puede estar indicada la práctica de alguna técnica de analgesia o anestesia, al igual que determinadas
medicaciones para aumentar, disminuir o regularizar la frecuencia de las contracciones.
La dilatación se mide mediante exploraciones vaginales y se cuenta en centímetros. Esta fase termina cuando se alcanza
la “dilatación completa”, que suele corresponder a unos diez centímetros aproximadamente.
Al final de esta fase es normal que sientas “ganas de empujar”, pero es conveniente
que no lo hagas hasta que no tengas la dilatación
completa. El momento en que debes
empezar a empujar te será indicado por el personal
sanitario que atiende tu parto.
Cuando las ganas de empujar son urgentes e
inevitables hay que avisar al personal sanitario
que te atiende. Posiblemente ya ha terminado
la dilatación.
2.3.2. PERÍODO EXPULSIVO
El período expulsivo comienza cuando se
alcanza la dilatación completa y termina
con la salida del bebé. Habitualmente este
período se desarrolla en un paritorio.
Su duración es muy variable, y depende de
muchos factores. Se considera normal una
duración de una hora en primerizas y 30 minutos
en mujeres que ya han tenido otro/s
parto/s. Pero este período se puede prolongar,
considerándose normal.
Las contracciones son ahora más largas e
intensas pero efectivas. Tendrás grandes
deseos de empujar y deberás utilizar la “técnica de empuje” que ya conoces.
Con estas últimas contracciones tu bebé desciende poco a poco a través del canal del parto girando
sobre sí mismo para facilitarse el paso. Cuando la cabeza
sea visible y asome a través de la abertura de la
vulva, el personal sanitario que te atiende puede hacerte
un pequeño corte o episiotomía para ensanchar
dicha abertura.
A continuación saldrá la cabeza del bebé e inmediatamente
el resto del cuerpo. Te pedirán que no
empujes; para no hacerlo, sopla o jadea.
Posteriormente se pinza y corta el cordón umbilical. Enseguida oirás su llanto y tendrás la oportunidad de
verlo tras nueve largos meses de espera.
Este es el momento más
importante del parto. Es una
fase corta y muy gratificante
porque gracias a tu esfuerzo
verás muy pronto a tu bebé.
2.3.3. PERÍODO DE ALUMBRAMIENTO
Este período comienza cuando termina la expulsión del feto y se corta el cordón umbilical y termina cuando se
expulsa la placenta.
Después de una breve pausa las contracciones reaparecen,
aunque ahora son suaves y escasamente dolorosas.
Generalmente la placenta se desprende de las paredes
del útero y sale espontáneamente, aunque a veces
requiere una ligera presión o masaje sobre el vientre
de la madre.
Una vez expulsada la placenta se cose la episiotomía, si esta
se ha realizado. Con esto termina el Parto.
Si todo el parto es normal, puede acompañarte
una persona que colabore en tu
esfuerzo y comparta contigo la alegría
del nacimiento de tu hijo o hija.
2.4. Partos especiales
Hasta ahora hemos descrito el discurrir de un parto “espontáneo”
o “normal”, pero no todos los partos son así.
El personal sanitario decidirá,
según las circunstancias, qué tipo de parto es más adecuado para tu
salud y la de tu hijo o hija.
2.4.1. PARTO PROVOCADO O INDUCIDO
En ocasiones, cuando el parto no se inicia de forma espontánea o cuando existe una razón de salud de la mujer o del
bebé, interesa iniciarlo artificialmente.
Si se decide inducir tu parto debes confiar en el personal sanitario que te atiende.
Los partos inducidos consisten en la realización de determinadas maniobras o en la administración de una serie
de medicamentos que producen un aumento de la intensidad y de la frecuencia de las contracciones uterinas
que provocan los cambios necesarios para que el parto se inicie y para mantener la evolución y progresión
del mismo. Este tipo de parto suele ser más doloroso de lo habitual, pero existen métodos para el alivio del
dolor si la paciente lo solicita.
2.4.2. PARTO INSTRUMENTAL
A veces se utilizan determinados instrumentos (fórceps,
ventosas o espátulas) para ayudar al niño o niña a salir
del canal del parto, cuando se sospecha que el bebé
pueda presentar complicaciones o cuando la madre esté
agotada por un parto laborioso o largo. También es frecuente
“instrumentar los partos” cuando alguno de los partos
anteriores fue mediante cesárea, para evitar que la cicatriz
del útero pueda lesionarse.
2.4.3. CESÁREA
Es una operación quirúrgica que consiste en hacer una incisión o apertura del abdomen y el útero de la madre
para extraer al bebé. Existen diversas técnicas para realizarla, que se diferencian sobre todo en la forma y el lugar
donde se practica la incisión en la piel. La utilización de una técnica determinada dependerá de varios factores, como la
urgencia del caso, o la presencia de cicatrices previas (cesáreas u otras operaciones) en el abdomen.
Desde luego una cesárea nunca es deseable, pero cuando esté indicada no la debemos temer. Se realiza cuando el
nacimiento por vía vaginal presenta riesgos para la salud del feto o de la madre.
La indicación de hacer una cesárea puede hacerse antes de que se inicie el parto, o durante la evolución del mismo, incluso
en sus últimas fases.
La cesárea tiene que ser realizada bajo anestesia. La anestesia puede ser General (la persona está dormida), o Regional
(la persona está despierta, pero sin sensaciones dolorosas de cintura para abajo).
Es más conveniente la Anestesia Regional tanto para la madre como para el feto. La técnica más utilizada es la Anestesia
Epidural, que es la empleada para aliviar el dolor del parto, pero utilizando anestésicos más potentes que permiten realizar
una intervención quirúrgica sin dolor.
2.5. Analgesia y anestesia durante el parto
Puedes y debes expresar tus sentimientos con respecto al dolor en el
parto. El personal sanitario atenderá tus necesidades individuales y te apoyará
en las técnicas de respiración y relajación, a la vez que te informará y recomendará
la técnica analgésica o anestésica conveniente en tu caso.
El decreto 101/1995 de 18 de abril, establece tu derecho a reducir el dolor del
parto por medios anestésicos, si tú lo deseas y das tu consentimiento, lo cual
sería conveniente hacerlo antes del momento del parto, o en algunas de las visitas
de revisión del embarazo.
Actualmente existen diferentes métodos para el alivio del dolor durante
el parto, además de los métodos naturales basados en la respiración y la
relajación.
Las técnicas
analgésicas y
anestésicas durante el
parto, son beneficiosas y
no perjudican ni al niño
o niña ni a la madre.
Las técnicas analgésicas y anestésicas más frecuentemente utilizadas durante el parto son:
2.5.1.ANALGESIA
Analgesia significa “alivio del dolor” y durante el período de dilatación pueden ser utilizados diversos tipos de analgésicos
, administrado por vía Intravenosa (a través del suero colocado en el brazo), o por vía Espinal, denominada analgesia
Regional, mediante la administración de fármacos anestésicos locales a través de finos catéteres colocados en la
Espalda. La Analgesia Regional puede ser Intradural o Epidural, siendo esta última la más conocida y utilizada.
La Analgesia es continua, y dura todo el parto. Se permanece despierta en todo momento, de manera que
podrás disfrutar de tu parto. El grado de alivio del dolor es variable, pero generalmente se consigue una reducción
entre el 50% y el 100%.
Existen diversos fármacos que se pueden usar para este fin, dependiendo fundamentalmente de la fase del parto
en que sean necesarios.
2.5.2.ANESTESIA
Es muy importante individualizar el tipo de anestesia en
función de las características del parto y de la embarazada.
La anestesia permite la realización de intervenciones quirúrgicas
durante el parto, como es la cesárea. A diferencia
de la analgesia, la anestesia es más potente y de mayor
duración. No le permitirá colaborar en el parto, le impedirá mover las piernas, y en el caso de la anestesia general la
mantendrá dormida el tiempo que dure la intervención.
Existen distintas técnicas: local, regional y general.
Técnicas de anestesia local o regional
Estas técnicas producen insensibilidad al dolor pero no pérdida de conciencia.
a) La anestesia local consiste en la inyección de una sustancia anestésica a través de la piel a nivel del periné (entre la vulva y el ano). Se suele utilizar tras la expulsión fetal para coser la episiotomía, en aquellos partos donde no se ha utilizado anestesia, o en los que sí se ha utilizado, pero sus efectos han disminuido.
b) La Anestesia Regional puede ser Intradural o Epidural, consiste básicamente en la inyección de un anestésico entre dos vértebras de la columna lumbar.
La Anestesia Intradural es inmediata y potente pero de corta duración. Puede perder sensibilidad en las piernas y ver reducida la capacidad para empujar. Se reserva para el final del parto o como alternativas a la Epidural.
Aunque no es frecuente, puede ocasionar dolor de cabeza después del parto, que generalmente desaparece con tratamiento.
La Anestesia Epidural es de comienzo más lento, menos potente, dura todo el parto, y le permite una mayor participación. Se recomienda ponerla al principio del parto para que de tiempo a hacer efecto y pueda beneficiarse de
sus ventajas hasta el final del mismo. Cuando se realiza de manera satisfactoria no provoca dolor de cabeza.
Anestesia general
Provoca una insensibilidad total al dolor y una pérdida completa de conciencia de la madre. Su uso está muy
limitado, utilizándose preferentemente en casos de urgencia o contraindicaciones de otras técnicas de anestesia.
En la actualidad, la utilización de técnicas de analgesia o anestesia durante el período de dilatación y expulsivo, forman
parte de los procedimientos básicos de la atención al parto. De las posibles modalidades, actualmente las técnicas
regionales (epidural) son las más utilizadas.
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