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Bristol-Myers Squibb (BMS) junto con la Asociación de Oncología Médica del Hospital de Cruces (ASONMEC) ha organizado una jornada formativa para residentes (MIR) en Bilbao con el fin de actualizar sus conocimientos en Terapias Inmunológicas en el tratamiento del cáncer.

La jornada reunió a numerosos residentes para intercambiar experiencias, información y conocimientos en Inmuno-Oncología entre los asistentes. “Es evidente que existe una necesidad actual en lo que a formación en Inmuno-Oncología se refiere. Es escaso el tiempo que ha transcurrido desde la aprobación de este tipo de fármacos hasta su integración en nuestros hospitales, por ello, vemos esencial la organización de este tipo de jornadas formativas que impulsen la actualización de los conocimientos de los futuros especialistas”, destaca el doctor Guillermo López-Vivanco, Jefe de Servicio del Hospital Universitario Cruces de Barakaldo.

El tratamiento del cáncer con terapias inmunológicas tiene una serie de variaciones respecto a los tratamientos convencionales, “estamos acostumbrados a otro tipo de tratamientos, donde la toxicidad es más elevada y donde la valoración del beneficio en los pacientes es más baja” apunta el doctor López-Vivanco.

A diferencia de los tratamientos oncológicos tradicionales, que intervienen tanto en células sanas como malignas, la Inmuno-Oncología activa el propio sistema inmunológico del paciente. En esta línea, el oncólogo destaca: “cuando tengamos un hábito más frecuente de manejar este tipo de terapias, veremos que existen muchos más beneficios, puesto que la toxicidad es diferente, es un tratamiento más manejable, los pacientes respondedores tienen una supervivencia global mayor más mantenida en el tiempo, en comparación con aquellos que han sido tratados con quimioterapia”.

Y es que, la Inmuno-Oncología está cambiando las expectativas actuales de supervivencia a largo plazo y la forma en que los pacientes conviven con la enfermedad. En ese sentido, el Dr. López-Vivanco declara: “los pacientes presentan un periodo de tiempo más largo en el cual la enfermedad no progresa y eso les permite estar asintomáticos o con menos síntomas, lo que les proporciona una mejor calidad de vida”.