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SilviaNieto
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29 Jul 2016 : 08:38:35
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CARTA ABIERTA AL DIRECTOR DEL HOSPITAL DE LA INMACULADA, HUERCAL OVERA (ALMERÍA)
Estimado Sr.,
Me llamo Silvia Nieto y soy periodista, durante tiempo especializada en consumo y también en temas de salud. Actualmente trabajo en el grupo Unidad Editorial, editor del periódico El Mundo, como jefa de sección de Yo Dona, la revista suplemento que se distribuye con el periódico los sábados.
Pero no le escribo como periodista, aunque podría hacerlo, ya que tras la estancia de mi madre en el hospital de La Inmaculada durante casi una semana me quedan muchas, demasiadas preguntas sin respuesta que merecerían ser contestadas a lo largo de un reportaje sobre el hospital que usted dirige.
Le escribo como hija de una paciente a su cargo hasta hoy, Esperanza, una mujer de 83 años que ingresó de urgencia en el hospital el viernes de la semana pasada, tras haber sufrido un ictus.
Le escribo como hija y como cuidadora –junto con mis dos hermanas, Teresa y Esperanza–, de esa mujer a la que, sin duda, usted no conoce.
Y le escribo no para cuestionar sus métodos médicos, sino el trato recibido por parte del personal del hospital.
Para no extenderme, voy a pasar de puntillas sobre hechos como que la responsable del equipo de enfermeras (una mujer con melena corta oscura, flequillo y gafas) me hablase en tono desabrido cuando intenté que avisaran al médico porque mi madre tenía una infección de orina que no estaba siendo tratada (“es que el médico está hoy muy ocupado”, me dijo. Dios nos proteja de estar enfermos en domingo); también pasaré por alto el hecho de que hasta que mi madre no sangró por la orina durante dos días enteros las enfermeras y los médicos siguieran negándose a ocuparse de la situación; tampoco profundizaré en el hecho de que las enfermeras siguieran suministrando medicamentos con lactosa a mi madre pese a advertirles en repetidas ocasiones de que era intolerante a la lactosa (lo cual, en plena convalecencia, le produjo una diarrea descomunal).
Porque pese a todas estas deficiencias e irresponsabilidades, hay un asunto mucho más trascendental sucedido durante la estancia de mi madre en el hospital y que me obliga a hacerle esta pregunta:
¿De verdad considera usted necesario que una mujer de 83 años que ha sufrido un ictus tenga que compartir la habitación durante toda una mañana con una mujer agonizante? Y no hablo de una mujer que se 'apagó'. No. Me refiero a una agonía que la tuvo durante toda la mañana gritando, jadeando, llorando, vomitando, defecando, a escasos dos metros de mi madre.
¿De verdad cree usted que es de recibo que a esa mujer y a su familia allí presente se las prive de la intimidad a la que deberían tener derecho durante un trance de tal calibre? (No voy a preguntar porque esa mujer no estuvo en la UVI, en una situación tan crítica).
¿De verdad cree usted que es humano que las enfermeras, ante las peticiones de mi hermana de que cambiasen a mi madre de habitación (hablamos de un hospital con una planta entera cerrada y muchas habitaciones vacías, u ocupadas por personas que no estaban agonizando) se lo negasen y le dijeran “no pasa nada, mujer, vosotras sentaos ahí y ya está” (refiriéndose a la habitación donde agonizaba la mujer)?
Y por último: ¿de verdad los profesionales que trabajan en su hospital han perdido hasta extremos tan inconcebibles la compasión y la humanidad como para permitir que una mujer de 83 años que acaba de atravesar una situación tan grave como un ictus tenga que refugiarse durante horas en los pasillos del centro para no tener que asistir a la muerte terrible de otra paciente? ¿Cómo han podido llegar ustedes a considerar 'normal' esta situación?
Yo, sinceramente, creo que nada de esto era necesario. Creo que por mucho que haya de endurecerse el corazón del personal sanitario, que asiste cada día a la muerte de pacientes, no hace falta llegar a tal grado de insensibilidad. Creo que no hay por qué tratar mal a los familiares de los pacientes, que en gran parte hacen el trabajo que enfermeras y auxiliares tienen encomendado. Creo que ningún ser humano, ni mi madre, ni yo, ni usted, ni la enfermera jefe, deberíamos correr el riesgo de ser tratados de una manera tan alejada del sentido común y la humanidad.
Gracias por su atención, Silvia Nieto DNI 25.982.271E |
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lossiete
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19 Apr 2018 : 12:57:31
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Yo te digo que el problema normalmente es en la sala de emergencia. Creo que el personal tiene mucho estrés, sobre todo en los ambulatorios pequeños, hay menos médicos y cargan con todos los pacientes. Es de entender tanto a pacientes como médicos. Yo espero tenes los sacramentos cuando me vaya al otro bando.
https://www.los7sacramentos.net/ |
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